Conocido por sus termas, El Amarillo es un pequeño pueblo rural ubicado a 25 kilómetros al sureste de Chaitén, y al sur del Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins. Tiene solo una calle, unos pocos habitantes y un ambiente verde y limpio.
Para los lugareños es “el centro del mundo”. Su tranquilidad y seguridad es abrumante, dándote la sensación de que nada malo pasará. Todos saludan amablemente con una sonrisa en sus rostros. Además, su ubicación privilegiada ofrece espléndidas vistas de verdes prados, montañas nevadas y del imponente Volcán Michimahuida.
Unos años atrás, esta área, por su precaria apariencia, no era considerada como atracción turística. Hasta que el empresario Douglas Tompkins, comenzó un proyecto –The Conservation Land Trust- para hermosear el pueblo, donde se consideraba la remodelación de algunas de las casas del lugar.
El resultado es sorprendente: calles pavimentadas, bordeadas de docenas de casas de maderas con una arquitectura inspirada en los campos europeos, todas muy bien mantenidas y pintadas de colores atractivos. Cada casa tiene su jardín y cercos de madera, que dan vida a un paisaje único en la Carretera Austral.
A pesar de su ubicación en el sur del país, los visitantes pueden encontrar alojamiento, conexión a internet, señal de celular y un mercado que tiene comida, ropa, artículos de camping, accesorios de pesca con mosca y vajilla, por mencionar algunos.
