¿Estás pensando en recorrer el Lago Llanquihue y Todos Los Santos? Entonces has llegado al lugar correcto, aquí te dejamos un increíble itinerario para ayudarte a planificar tu viaje.

Día 1 Puerto Varas

Por la mañana hay que partir por un imperdible de la región, Los Saltos del Petrohué, un lugar impresionante inserto en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales.

Para llegar desde Puerto Varas debes tomar la ruta 255 que va hacia el oeste camino a Ensenada y luego de unos 45 minutos en automóvil llegarás a la entrada, hay lugares para estacionar y las entradas van desde el acceso liberado para niños y personas con discapacidad hasta los $6.200 para turistas extranjeros, desde el año 2020 puedes comprar tu ticket de manera online en https://www.aspticket.cl/ lo que es altamente recomendable ya que este además de ser el primer parque nacional del país, es también el más visitado.

Este lugar no solo cuenta con una vista privilegiada del volcán Osorno, sino que también verás impresionantes saltos de agua desde pasarelas de primer nivel, las que también cuentan con acceso para personas con movilidad reducida y paneles de interpretación en braille. Si quieres darle más tiempo a este lugar, puedes hacer rafting por el rio, algunas agencias que cumplen con todas las normas las puedes encontrar acá.

Si te ahorraste tiempo comprando el ticket online puedes seguir por la misma ruta por unos 10 minutos y llegarás al Lago Todos Los Santos, donde tienes oferta para poder almorzar e incluso navegar si quieres darle más tiempo a este hermoso lugar, sino puedes retornar hacia Puerto Varas y hacer una parada para comer en Ensenada. En un buen día este camino de retorno es alucinante.

 

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Por la tarde la misma ciudad de Puerto Varas es un panorama en si misma, este lugar que debe ser uno de los más lindos de Chile, tiene una costanera maravillosa, con vista al volcán Osorno y lugares patrimoniales como la Iglesia luterana, el Museo Pablo Fierro o el Monumento a la princesa Likarayen, puedes internarte en la misma ciudad y recorrer sus casas con fachadas de alerce, muchas de ellas reconocidas como Monumentos Históricos o visitar el parque Philippi que tiene un pequeño trekking de dificultad baja por un pequeño bosque que nos lleva a la parte alta de la ciudad, ver el atardecer desde aquí es toda una experiencia y lo mejor… completamente gratis.

 

Día 2 Llanquihue y Frutillar

Si eres amante de las aves, debes partir temprano hacia Llanquihue, conocida como la ciudad de los humedales cuenta con mas de 72 hectáreas de estos ecosistemas privilegiados para los pajareros, e los 16 que existen dos imperdibles son el Humedal las ranas, con especies como el cuervo de pantano, la garza cuca y el inconfundible siete colores y la Laguna el Loto que recibe su nombre por albergar grandes cantidades de esta planta acuática introducida.  Las especies más destacadas son: el pidén, la tagüita, garzas (cuca, chica y grande) y lo más llamativo, quizás, es la presencia de una colonia de yecos, que han hecho de esta laguna su hogar, construyendo sus nidos en el único eucaliptus existente en medio de la laguna. Todos estos lugares, si bien no son áreas silvestres protegidas, son ecosistemas muy frágiles por lo que debemos tener un comportamiento muy respetuoso y por su puesto nada de botar basura.

La nueva costanera de Llanquihue presenta otro buen panorama para los visitantes, el muelle restaurado recientemente y la playa los cisnes con sus intervenciones esculturales son una postal cada vez más conocida.

Por la tarde Frutillar es una gran opción para seguir conociendo la cuenca, sus casas patrimoniales, muchas de ellas ubicadas en la costanera, nos cuentan la historia de este lugar, que al igual que las otras comunas que componen este destino, fueron colonizadas por inmigrantes alemanes, quienes trajeron sus costumbres, formas de construcción y por su puesto su gastronomía.  El imperdible de Frutillar es sin duda el Teatro del Lago, este lugar, que busca contribuir a la calidad de vida de las personas y a una sociedad más feliz e integrada por medio del acceso a la belleza, ha sido fundamental en la denominación que la Unesco le entrego a Frutillar, reconociéndola como ciudad de la música.  En verano puedes ir a los distintos shows que componen las semanas musicales y el resto del año, hay también oferta cultural y visitas guiadas por el recinto.

Siguiendo por la costanera puedes visitar el muelle y embarcarte en un recorrido navegando por catamarán o en kayak para los más aventureros.  Si quieres un panorama más cultural el Museo Colonial Alemán, cuenta con exhibiciones permanentes desarrolladas con las valiosas colecciones que resguarda, se realizan ​encuentros, exposiciones temporales de arte, cultura y ciencia y otras actividades educativas en beneficio de la comunidad, sus jardines… simplemente hermosos.

Día 3 Puerto Octay

Puerto Octay se ubica en la parte norte del Lago Llanquihue, es el lugar ideal para quienes buscan la belleza de Puerto Varas o Frutillar pero sin grandes aglomeraciones de turistas y con una tranquilidad asegurada.

Una excelente opción es participar de los talleres de Botes de Octay, una iniciativa vinculada al Destino Llanquihue Creativo, que busca impulsar actividades que reúnan a la familia, ligadas al disfrute del lago que los rodea y a la vez rescatar oficios tradicionales como la construcción y carpintería naval. Aquí podrás crear su propio velero y luego navegar con él en el lago.

Si quieres probar la exquisita gastronomía de este destino te dejamos algunos restaurantes aquí

Por la tarde Frutillar es una gran opción para seguir conociendo la cuenca, sus casas patrimoniales, muchas de ellas ubicadas en la costanera, nos cuentan la historia de este lugar, que al igual que las otras comunas que componen este destino, fueron colonizadas por inmigrantes alemanes, quienes trajeron sus costumbres, formas de construcción y por su puesto su gastronomía.  El imperdible de Frutillar es sin duda el Teatro del Lago, este lugar, que busca contribuir a la calidad de vida de las personas y a una sociedad más feliz e integrada por medio del acceso a la belleza, ha sido fundamental en la denominación que la Unesco le entrego a Frutillar, reconociéndola como ciudad de la música.  En verano puedes ir a los distintos shows que componen las semanas musicales y el resto del año, hay también oferta cultural y visitas guiadas por el recinto.

Siguiendo por la costanera puedes visitar el muelle y embarcarte en un recorrido navegando por catamarán o en kayak para los más aventureros.  Si quieres un panorama más cultural el Museo Colonial Alemán, cuenta con exhibiciones permanentes desarrolladas con las valiosas colecciones que resguarda, se realizan ​encuentros, exposiciones temporales de arte, cultura y ciencia y otras actividades educativas en beneficio de la comunidad, sus jardines… simplemente hermosos.

Mauricio Oyarzo Cárcamo

Administrador en Ecoturismo.
Mal fotógrafo pero buen viajero

Pódcast ¡Camino a Los Lagos!