Frutillar y Llanquihue las joyas del sur de Chile

Frutillar y Llanquihue las joyas del sur de Chile

Frente a las cumbres de los volcanes Osorno, Puntiagudo y el monte Tronador, Frutillar es una postal imborrable del sur de Chile. Un buen panorama es caminar por sus calles limpias, ordenadas, rodeadas de jardines y construcciones de madera de fines del siglo XIX en perfecto estado de conservación. En la calle Philippi están los restaurantes, emporios, hoteles boutique y salones de té con deliciosos strudels, tortas y kuchenes, considerados como los mejores de Chile. Para repasar su historia y el legado de los colonos alemanes una visita obligada es el Museo Colonial Alemán.

Pero no todo es historia y comida en esta ciudad, menos durante el verano, cuando se celebran las Semanas Musicales de Frutillar. Es la excusa perfecta para disfrutar de espectáculos de música clásica y algo de jazz y nuevas tendencias en el Teatro del Lago, una obra imponente no solo por su arquitectura sino también por su vinculación con la comunidad.

Si quieres pasear por sus atractivos cercanos, desde Frutillar hay dos alternativas para continuar por el camino costero del lago Llanquihue: hacia el sur bordeando Punta Larga en un tramo de 12 km que corre por la Península junto al lago, con buenas vistas, servicios y recintos para deportes náuticos y pesca. A unos kilómetros antes de llegar a Llanquihue está el Monumento a Los Colonos, en donde aparecen en placas de bronce los nombres de esos pioneros alemanes, que dieron origen en 1852 al poblado que más tarde se constituiría en la ciudad de Llanquihue, un importante centro industrial ubicado en el desagüe del lago.

 

El gran atractivo de esta pequeña ciudad industrial es la gran cantidad de esculturas de maderas ubicadas en sus calles y plazas, donadas por los escultores que participan año a año en el Simposio Internacional de Escultores, una iniciativa que ha convertido a Llanquihue en la ciudad de las esculturas, la mayoría elaboradas en madera nativa. Esta localidad también es reconocida por sus tradicionales cecinas y embutidos.

La otra alternativa es un paseo por el lago Llanquihue desde Frutillar es hacia el norte, a Puerto Octay. Tras 18 km, se llega a Los Bajos, un antiguo puerto lacustre. Siguiendo por la ruta comienza a divisarse la hermosa península de Centinela con el imponente volcán Osorno de telón de fondo, ícono natural de este bello rincón del sur de Chile.